El origen de las Varices es múltiple, pero para que aparezcan debe producirse una Insuficiencia valvular y un defecto en la constitución de las venas que favorece su deformación. Esta insuficiencia de las válvulas provoca la incapacidad del sistema venoso para bombear la sangre hacia el corazón, provocando una recirculación de la misma, un aumento de la presión sobre las paredes venosas, que acaban produciendo una deformación y dilatación.
Al contrario de lo que muchas personas creen, las alteraciones en el sistema venoso también se dan en hombres aunque con mayor proporción en las mujeres. Lógicamente el riesgo de desarrollar esta patología aumenta a medida que avanzamos en edad, especialmente a partir de los 50.
Si bien la edad o la predisposición genética son las principales causas que afectan al desarrollo de problemas en el sistema venoso, también conviene destacar que existen otros factores que pueden provocar una disminución el tono y la elasticidad de las venas, favoreciendo la aparición de varices o de problemas de circulación en las extremidades. Algunas de estos factores de riesgo son el sobrepeso, la vida sedentaria, situaciones hormonales, ya sean naturales o artificiales, así como efectos de compresión externa, como por ejemplo vestir ropa ajustada de manera habitual.